Hoy en el supercado, mientras haciamos la fila de la caja "express", la Mona (l) se dio cuenta que algo alteró la tranquilidad del consumo. Hubo una reacción masiva frente a un estimulo del cual nunca nos enteramos. Pero mi Mona (l) -siempre más listilla que yo- alcanzó a percibir que se trató de: UN BESO. Sí, hubo una escena de personas besándose en el supermercado que causó la reacción COPUCHENTÍSTICA de todo el mundo. Como nosotras no vimos el sueceso comenzamos a elucubrar qué tipo de beso habría sido para que hubiese causado tanto alboroto. La Mona (l) dijo: -"Tiene que haber sido un beso fletístico o gaysístico", yo aporté con la teoría de que se trataba de una pareja de "adultos mayores" dándose un beso con lengua (mis ojos!, mis ojos!), ahora pienso que podría haber sido un beso grupal, zoofílico, pedófilo o cualquier otra aberración por el estilo. La cosa es que cuando ibamos saliendo del supermercado supimos la respuesta: Una pareja de adolescentes que adolescía de gaysidad nos adelantaba, tomados de la mano y sin enterarse del revuelo que habían causado.
Seguramente esta noche más de alguno/a de los que es estaba en el supermercado -ese que "nos conoce"- tendrá pesadillas o uno que otro sueño erótico, para luego despertar asustado/a sintiéndose culpable y sucio/a.
Por nuestra parte, Mona (l) y yo decidimos, después de revisar todo el mapa mundi del "Primer Mundo", irnos a vivir a Holanda donde podamos escupir a los heterosexuales y los viejitos de la "tercera edad" se den besos con lengua en los supermercados (mis ojos! mis ojos!).
